martes, 7 de agosto de 2007

Fin de semana 3: 4 y 5 de agosto


DESTINO: Valdivia y alrededores (Cervecería Kunstmann, Niebla y Punucapa).


Finalmente no fuimos a Panguipulli, no nos seducía del todo el destino y además consultando los horarios de buses entre los diferentes pueblos de la zona de los Siete Lagos nos dimos cuenta que en unas pocas horas tendríamos que recorrer unos 200 km para ver 7 pueblos. Complicado (¡y estresante!) Así que nos quedamos en Valdivia para ver los alrededores.

Sábado: el sábado empezó yendo a la Cervecería Kunstmann yo sola en un colectivo. Los colectivos son unos taxis (lo son, aunque aquí se empeñen en decir que no lo son) que cogen a 4 pasajeros que no necesariamente se conocen. Subes y esperas a que se llene el coche para que te lleven al sitio que sea. Claro, la particularidad es que tienen un recorrido establecido y en ese recorrido te dejan donde les digas. ¿Lo más atractivo? Ir a Niebla en un taxi normal vale $ 5.000, en colectivo $ 600 por persona. Sobran más explicaciones.


Bien, pues en la Cervecería Kunstmann hice una cata de los diferentes tipos de cervezas: 7 en total. Pero cata significa un vasito pequeño, no salí andando a gatas.


Yo pensé que eso se cobraba, que era lo que había pedido: una cata. Pero resulta que esa cata es gratis para que decidas qué cerveza quieres. Pedí la Kunstmann Miel, creo que básicamente indicada para aquellos a los que no les gusta la cerveza.
A mediodía fuimos a comer al restaurante flotante Luz de Luna, “el único restaurante flotante de Chile y con la mejor vista del río Valdivia” (ese es su eslogan). La calidad de la comida y del servicio excelente, nos costó unos 15€ a cada una: precio de menú pijo en Barcelona, precio de carta en restaurante elegante en Valdivia (que, por cierto, me he enterado que es la ciudad más barata de Chile según algunos ránkings, lo que indica que no todo Chile es así. Seamos justos.) Una comida larga con sobremesa. Después algunas fotos en la barca Collico que tienen al lado del restaurante.


En el restaurante con Victoria.






Sí, sí, esta pinta llevo en Valdivia. Y esperad a que os enseñe alguna foto con el nuevo gorrito, este de lana...





Y por la tarde de compras. El domingo era el día del niño y las tiendas estaban llenas de juguetes, de niños que recibían globos de los grandes almacenes. En cada “gran almacén” había un hombre por ahí de pie dando vueltas con un micro que iba pregonando las ofertas de la tienda. Para que luego digan que los pregoneros ya no existen.

Domingo: el domingo fuimos a Niebla, un pueblecito de costa que está a unos 15 minutos de Valdivia. En este país es de agradecer que se tarde tan poco en llegar a algún sitio. Fuimos al Fuerte español, que está en un promontorio a 40 metros por encima del nivel del mar. Las vistas desde este promontorio eran preciosas. Se veía la desembocadura del río Valdivia.




Delante de la bahía




El faro del fuerte con la desembocadura del río de fondo




Para comer fuimos a la Feria Costumbrista, un sitio de lo más peculiar con casetas donde vendían la comida y mesas de madera al aire libre típicas de merendero en España. También hay un escenario, nos contaron que en fiestas (las Fiestas Patrias a finales de septiembre) hay música en directo y se baila cueca, la danza nacional oficial [http://es.wikipedia.org/wiki/Cueca]. Las señoras de la caseta donde yo compré unas empanadillas de marisco buenísimas me dijeron que les encantaría visitar España, hablaban con mucho cariño de un país que ni conocían y dijeron “supongo que será por aquello de la Madre Patria”. Me dolió un poco: yo creo que en general en España no se les tiene tanto cariño a ellos.







El perro de la derecha no dejó de mirarnos con cara de pena hasta que le dimos comida. Estuve a punto de comprarle una empanada a él...





Por la tarde: ¡¡paseo en barca por el río Valdivia y río Calle Calle!! Pasamos por delante del Santuario de la Naturaleza, una zona arbolada enorme y llegamos hasta Punucapa. Un pueblo de lo más pequeño: yo solo vi una calle con barro que hacía pendiente y casas a un lado y al otro especializadas en preparar chicha, sidra, vinagre, compotas… También estaba en Punucapa la iglesia más antigua de Valdivia, de 1868, donde se venera a la Virgen de la Candelaria. A la entrada un ciprés enorme, que crece a lo ancho en su tronco y que según los estudios que se habían realizado tenía casi 800 años.
El viaje en barca fue realmente muy idílico, y al atardecer volvimos a la lluviosa Valdivia.


Vista desde el barco






La iglesia


3 comentarios:

Vanessa Casado dijo...

Uau! Em penso que ja no ens caldrà visitar Valdívia amb aquestes descripcions tan acurades! Se't veu alegre a les fotos, me n'alegro tant!

Un petó

Anónimo dijo...

El trabajo que estas haciendo en tu "blog" es muy adecuado para hacerse una idea (practicamente exacta) de ese pais.

Como nos dijeron en la oficina de turismo de Chile, de toda sudamerica es el gran desconocido, pero a traves de tu trabajo puede ser el mas conocido.

No sabemos de todos los chupitos cual es el tipo que mas te gustó

Este "blog" se esta convirtiendo en un estupendo reportaje sobre Chile y un viaje para no quedar en el anonimato.


Un beso como siempreeeeee

Anónimo dijo...

perdona??????????' TANTA PENA QUE TE DIO LA PORBRE PERRA QUE LE IBAS A COMPRAR UNA EMPANADA!!!!!!!!! JAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJ DEBORABAS EL PASTEL DE REOJO DICIENDOLE NO TE VOY A DAR!!!!! MALOTAAAAAAAAAAA

RECUERDA QUIEN ES LA " TIA MALA"....


JEJE

MUA MUAAAAAAA


MAÑANA PATAGONIAAAAAAAAAAAAAAAA EUEUUEUEUE


MUA MUAAA

ME VOY A DORMIR YA, QUE ES HORA LUNNI! NO HAGAS MUCHO RUIDO PRINSESA!! MUA MUAAAAAA